El pasado 09 de mayo del presente, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción núm. 01 de Cáceres, concedía la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI) a un pensionista que no podía hacer frente a sus deudas, más de 70.000€ y vivía acosado por los acreedores.
Nuestro cliente, J.R. es un ciudadano de la Provincia de Cáceres, cuya situación económica se vio alterada por la sobresuscripción de préstamos personales y tarjetas de crédito en algunos casos con interés abusivos.
J.R. percibe una prestación por jubilación de 2.500€ mensuales, lo que supone que las entidades de crédito estuvieran continuamente llamándole para ofrecerle y venderle sus productos financieros, sin ni tan siquiera en la mayoría de los casos, hacer un estudio previo de solvencia para analizar la capacidad de endeudamiento de nuestro cliente.
Esto, originó en J.R. un sobreendeudamiento llegado hasta tal punto, de tener que suscribir nuevos créditos para pagar las cuotas de los que ya tenía contratados, ALGO INSOSTENIBLE.
Fue entonces, cuando J.R., al darse cuenta de la situación en la que estaba envuelto, se puso en contacto con nuestro despacho para tratar de solventar el problema, pues había comenzado con el impago del crédito y no recibía más que aun acoso constante por parte de las entidades para que regularizase su situación.
Dada la casuística concreta de nuestro cliente, una vez recopilada toda la documentación y analizado su casuística, tomamos la determinación de iniciar el procedimiento concursal catalogado como “sin masa” orientado a aquellas personas que no tienen bienes o que en caso de tenerlos cumplen una serie de requisitos legales.
Con todo esto lo que principalmente logramos, fue la suspensión de los embargos, pues tenía varias deudas en vía judicial, por la que estaban embargando casi 500,00€ al mes, algo que dificultaba mucho su día a día.
Tras 6 meses de procedimiento, logramos el objetivo marcado, LA CANCELACIÓN de los más de 70.000€ que por aquel entonces debía a las distintas entidades. Una vez cancelada la deuda por el Juez, el siguiente paso es salir de todos los ficheros de morosidad en los que las entidades incluyen a sus clientes en situación de impago.
Hoy J.R. es una persona limpia de deuda, si rastro ni marca en ninguna Entidad de Crédito, sin reclamaciones ni acosos telefónicos, sin notificaciones judiciales, sin miedo a descolgar el teléfono… HOY J.R. VIVE TRANQUILO.